jueves, 3 de septiembre de 2009

Leer es un dolor

Sin dolor nos levantamos hoy temprano como todos los días y hacemos algo que es un verdadero placer: tomar el café comentado. Es un ejercicio no solo de las papilas gustativas sino también del oído, de la vista, del tacto y del olfato así como de un sexto sentido que tienen las damas y un séptimo los caballeros (la séptima puerta lo llama un programa de cine que sale los viernes siempre por la noche por la tele) que se ha logrado como todos los demás: en interacción con el objeto. Un profesor amigo mío lo llamaba observación participacional. El asunto es que en el café de hoy hicimos balance mensual de lo que nos estaba sucediendo y como lo descubrimos ahí les va...

Las empresas siguen convocando a plazas en los medios que tienen a su alcance: un periódico provincial a la semana, uno nacional en la misma frecuencia y de vez en cuando en un semanario que sale sorprendentemente cada siete días. La plaza más curiosa es la de operador de monta cargas y la más complicada la de Director Contralor, la primera todo el mundo la entiende aunque no se publican sus requerimientos pero la segunda sí mueve a risa porque exigen años de experiencia y la Contraloría se acaba de aprobar legalmente hace menos de un mes. ¿Qué es un contralor? Eso, nadie lo sabe. Y si lo sabe esa empresa, ¿por qué no promueve entre sus trabajadores al que pueda con la tarea y en cambio publica la plaza para que todo el mundo vaya no a aspirar a ella sino a que le aclaren la duda?... Este es el primer sorbito que tomamos hoy... Comienza el dolorcito de la lectura.

En Asia las dos Corea se están reuniendo para que vuelvan a reunirse las familias separadas por la guerra. En América del Sur se están reuniendo para oponerse a la instalación de las bases que USA quiere para Colombia. Paquistán resiste un bombardeo de aviones teledirigidos. Cerca de Indonesia un ferry naufragó y murieron nueve personas. Ciudad Juárez, Tijuana y Culiacán (a mí no me gusta el pollo) en México son las tres ciudades más peligrosas en ese país. Intento de aventuras bélicas en el Cáucaso (alrededor de Osetia del Sur). La policía en Bolivia logra éxitos en el enfrentamiento al delito. China festeja su 60 aniversario con desfile y discurso. Africa es el continente más vulnerable en cuanto al cambio climático. Nicaragua debate sobre reformas constitucionales. Sigue la gente en Honduras protestando contra el golpe de estado después de dos meses. La mitad de la población de Somalia (tres millones de personas) se ha visto afectada por el conflicto interno. Los israelíes siguen bombardeando la Franja de Gaza. La industria de armamentos es un multimillonario negocio. Se recortan las remesas hacia América Latina. Continúa la crisis globalizada con la caída del PIB en numerosos países. Los canguros son atropellados en Australia todavía. Grecia y California son amenazadas de desaparecer como resultado de los incendios gigantescos. El Mekong puede secarse cualquier día. Muertes por calor en México. Aseguran que M. Jackson no fue enterrado sino un doble a quien extirparon el cerebro. Bolaño llama escribidora a Isabel Allende. Continúa la polémica acerca de la eficacia de la homeopatía. Millones morirán a causa del tabaco. Degradación de plásticos en los océanos. ¿Un mundial de fútbol sin Argentina? Deportistas drogados rompen récords a diestra y siniestra. Desarticulada banda gigante que utilizaba niños para introducir drogas en España... Este es el segundo sorbito. Truman Capote es un escritor bebé al lado de tan complejo panorama en el diario de hoy.

Los lunes el transporte no existe lo que se puede constatar en las paradas de los buses. Los centros de trabajo están eliminando los comedores para trabajadores y subsidian con un gasto monetario la alimentación (almuerzo) de sus empleados. Crecen las colas en los registros civiles por gestiones para presentar la ciudadanía ante funcionarios de países extranjeros. Cientos de años después mucha gente quiere convertirse en ciudadano español y otros que han logrado irse en ciudadanos de los países donde residen. Como nuestra población no crece mucho como muestran las estadísticas (cada mujer igual a 1,5 hijos de los cuales 1 es varón) de aquí a algún tiempo con las ciudadanías de otros países, lo que se llama un cubano endógeno, original y no fotocopiado prácticamente no va a existir... Por otra parte está el asunto de la queja de las mujeres que dicen ser discriminadas por el uso por parte de los varones de vestimentas ligeras en tiempo de verano cosa que no pueden hacer las féminas en la misma medida (utilización de camisetas sin sostenes, shorts cortos para trabajar, desnudez en las playas...). Se dificultan los trámites burócraticos para gestionar cualquier documento en cualquier dependencia estatal. Insuficiente abastecimiento de productos nacionales ante la carencia de productos extranjeros. Continúa el incumplimiento del plan de ahorro energético en empresas estatales, mientras sigue el despilfarro en las residencias. El buzón de quejas y sugerencias de las entidades gastronómicas ya no se usa y sin embargo el librito sigue ahí. Continúa la ausencia de información acerca de la solución de los problemas planteados en órganos de prensa radial, escrita o televisiva mientras se archiva el control acerca de esas mismas quejas... El tercer sorbito y la lectura duele...

Las noticias deberían ser distribuídas una vez por semana para ser consumidas por los lectores de diarios, noticiarios radiales o de tele, con el objetivo de dejarnos tranquilos al menos los seis días restantes. Aquellos que utilizan la Internet (¿qué es eso?) para enterarse de las cosas que están ocurriendo en el mundo están siendo sometidos a un baño noticioso tal que una vez desconectados se convierten en pacientes necesitados de un tratamiento anti-estrés. Frente a la computadora se padece de cuatro males básicos: el engarrotamiento de los dedos de las manos y de los pies, el desgaste ocular, el derretimiento neuronal y la disfunción sexual. El ser humano debería darse cuenta de que los ordenadores utilizados indiscriminadamente en vez de condición de desarrollo se convierten en obstáculos de éste. Por otra parte, la ausencia de información, si tal medida se tomara nos pondría en una situación ridículamente graciosa: no sabríamos lo que está pasando en el mundo hasta el lunes próximo...

Habría que ver qué resultados traería esta ausencia o desconecte de la problemática internacional y nacional durante seis días consecutivos. ¿Esta propuesta sería beneficiosa? Haciendo la cola semanal para el periódico del domingo me he dado cuenta de una sencilla cosa: ¡cómo hay gente que no lee el periódico que compra! Lo compran diariamente para revenderlo y ganar con eso ochenta centavos de pesos cubanos con los que adquieren un pan de cinco centavos PC y que les sirve de desayuno y les sobran setenta y cinco para invertirlos en cualquier otra cosa (un cigarro vale treinta y cinco centavos PC) por ejemplo. Y yo les veo una tranquilidad en el rostro a estos viejos verdaderamente envidiable. Ese es otro dolorcito en el medio del pecho que ha salido publicado nada menos que en una revista un poco rara que se vende en las iglesias y relata entrevistas con ancianos hechas este mes. La revista la hojeamos y nos produce de nuevo el dolor que mi médico clasifica como síndrome informático diario actual (sida)... La gente está haciendo bromas en relación con la palabra que también tiene otra interpretación: soy incapaz de ahorrar (sida)... Y estos casos de la enfermedad de transmisión sexual (sida) nos dejan con dolor cuando leemos que van creciendo sobre todo en los jóvenes de 20-30 años y que aunque son pocos comparados con los que se están produciendo en otras partes del mundo aquí duelen mucho porque la población no crece y es lógico que se sienta más una muerte en familias de pocos miembros que una en muchos...

Habría que preguntarles qué tal les va a los viejitos periodiqueros con haber ellos tomado la medida de no leer nada durante el mes completo, ni ver noticieros de tele, ni radiales, ni atender la radio que más se oye: radio bemba. Viven como si estuvieran en el limbo pues han perdido la memoria y ya casi no se acuerdan de nada ni del día en que venden la prensa, y deambulan sin complicaciones mentales como la vida en aquellos jardines alemanes de la ciudad del emperador alemán cerca de Berlín... ¿Cómo se llamaba aquel castillo y aquella ciudad que no me acuerdo ahora, que tenía una jaulita de oro para recibir las visitas del emperador japonés, y unas escaleras llenas de parras de uvas sin hojas y sin frutos que daban a un pequeño lago interior donde nadaban unos gansos con hambre que le caían detrás al visitante y le querían morder las nalgas, sí, aquella joya de arquitectura museística donde está enterrado el mismísimo emperador alemán y que vendía unos tickets de entrada carísimos para ver los salones?... ¿Dónde estaba carajos?... ¿Dónde si no?... En alguna página de alguna revista LTU, Times, Vanidades, Selecciones, ¿dónde Conde de Montecristo encerrado en el castillo de qué, quién fue el que te sacó de aquel castillo tú injustamente condenado, a ver quién me lo dice, yo el letrado Mr. Seme Olvidó?... Un dolor anginoso leyendo, sí señor... Y otro peor por no leer ¿o no?

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martes, 1 de septiembre de 2009

Coge tu melón aquí... vamos

No tengo que explicar qué es un melón, claro. De todas formas, para que las nuevas generaciones sepan de qué se trata (los más pequeños no tienen idea de ese asunto, como se sabe) diremos que un melón es un dirigible todo terreno que no vuela. Este querido lomo verde sin rabo y sin cabeza, sin patas ni pelos tiene dentro cuatro propiedades especiales: agua, semillas negras, pulpa y azúcar (para crecer, digamos). El que nunca haya quebrado un melón para probarlo no sabe lo que es la vida. Se corta en rodajas gigantescas, unas circunferencias exquisitas, éstas a su vez se pican a la mitad y ya tenemos la sandía roja (somos verdes por fuera y rojos por dentro, decía la gente) apetecible, dúctil, maleable, floripóndica, rárica, rítmica, clónica y mesopotámica para embarrarnos la cara a dos manos... Sí, damas y caballeros, el melón es la más sexual de todas las frutas: no habla, nos hace babear al probarlo, ni mancha ni da dolor de cabeza y nos mantiene en suspenso como ciertas películas que pasan los sábados por la noche. En suspen porque no sabemos qué nos puede suceder cuando comemos uno completo.

Pero al grano, señoras y señores, lo más agradable que tiene el melón (coge el melón ahí, vamos) es la selección de la tierra donde va a vivir hasta morir, una tierra labrada pequeña mojada regada roturada deseada y protegida como área especial que servirá para que el melón semilla sea sembrado y comience a desarrollar probando aquello de la negación de la negación: una semilla produce al final cientos de semillas. Un melón es la intención de verlo salir convertido en hojitas de parra que se van enredando unas a otras y todas con las hierbas aledañas bajo la cobertura de la sombra amistosa de una mata de guayabas rojizas y apetitosas. Un melón es el deseo de que esas cuatro semillas iniciales que se cubren de tierra hayan sido contadas y salidas de las manos de una nieta que mira asombrada cómo se pierde bajo el área de siembra aquella muestra de la bendición. Un melón es el cuidado que se tenga de que el agua no falte, ni el sol, ni la protección contra la plaga de hormigas o insectos malvados. Un melón es un acto de reverencia y estudio morfofisiológico, un ímpetu, una amalgama, un enjambre de abejas, un latido, una labor diaria, un esfuerzo y una satisfacción de saberse superior porque se sabe que todo melón es ciego, sordo, mudo y rico.

¡Oh melón, melocotón, campeón, culebrón, lomo de cerdo verde y liso antianoréxico, pulcro y sedoso, pegajoso, esponjoso, amoroso y soso, melón al fin que yace ahora como hierba y enredadera que se convertirá en objeto de placer estomacal mental al final de la historia, banco de semillas negras como lagartijas de patio, bueno para cortar su corteza cortical córnica culebraica y hacer de ella dulce de melón almibarado! ¡Oh meloncito nalgudo como cebra verde de zoo encerrado bajo la sombra comprensiva de la guayaba sintiendo el complejo de culpa más cruel de todo el mundo al saberse reptil sin serlo, anélido gigante, submarino terrestre y aéreo, guindajera, espalda para ser tocada, bañada, secada y vista como pieza de museo de percusión, placa de coche, puerta de casa a la que se impide protestar por caricias y golpeaduras! ¡Oh coño insípido y lustroso bueno para fotos de aficionados, pared de apoyo para orine de gatos aventureros o tiro al blanco para pájaros de verano! Buen trabajo me buscas eso de estar pensando constantemente en ti desde que me levanto para ver lo más importante que tienes en el mostrador: una flor amarilla poderosa que indica el nacimiento de tu fruto, una flor esparcida y calentada por el sol del mismo color sin olores, una flor de ¡Oh melón! que nadie ha visto y nadie ha conocido, una luz amarilla que no encandila y que nos dice como tic tac de reloj que la luz verde aparecerá y la roja estará allí dentro para ser deglutida...

Y sin embargo cuando de melón se trata lo menos importante es el cultivador, las manos de quien lo siembra, el sudor en el riego diario, el sombrero tapador de la luz ultravioleta, eso no cuenta a la hora de mirar cómo brota de la semilla la enredadera, de la enredadera la cánula y de ésta la flor para convertirse en la espalda sin rabo ni cabeza que pende en el aire de una hiedra que cuelga de algún gajo cercano y se pega a la ventana para sostener aquella mansedumbre muda de la familia de las cucurbitáceas de carne apetitosa lista para ser devorada como tonto que es el mismísimo fruto, ese melón mamífero que dormita en el melonar y que se sabe importante en la misma medida en que crece en el zoo de la casa de familia, el fruto más esperado y más visto por el vecindario que pregunta si es verdad que sirve para un buen casamiento...

Damas y caballeros, aquí tenemos por fín ya en ciernes un poderoso melón de los gigantes, que ha puesto sus huevos de oro encima de la hierba que crece en la pulgada de tierra abonada debajo de la mata de guayabas más importante del mundo y que por eso mismo cobija aquella fruta y le advierte a lagartijas y a hormigas, a ranas y a mosquitos una irlandesa sentencia católica: el que lo robe recibirá el castigo más justo y la imposibilidad de comerlo y disfrutarlo sin poder deshacerse de la idea de que lo hizo a espaldas del que lo cultivó y por ende le hará daño estomacoespiritual y no podrá dormir en calma ni convertir los fosfatos en energía mientras no devuelva arrepentido al menos una de las semillas encontradas en el almacén del dirigible para que sea plantada de nuevo por manos laboriosas y como ladrón al fin reconozca su falta en público y se proponga ser mejor mañana madrugador y trabajar que es lo que hace falta y no andar vociferando la venta de esa fruta en un agro que ese sujeto no ha sembrado y enriquecerse además de esa cosecha por tan alto precio vendida y digo repito que no es matraca mía, yo el letrado testifico que no podrá el ladrón decir a toda voz lo más bello de esta historia: "¡Coge tu melón aquí gratis, vamos...!

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