miércoles, 22 de octubre de 2008

Papeles...

Estábamos buscando un papel simple y juicioso, no un papel enjundioso, grandioso, estrepitoso, generoso, estudioso y oso sino un papel sencillo como aquel papel que dijera algo de aquella sentencia: "Yo soy aquel que por quererte da la vida...". Pero no aparecía, se había escondido en la montaña de papeles de un bufete de abogados o de un palacio de matrimonios, de un tribunal penal cualquiera o de un registro civil y no aparecía el dichoso papel por más que lo buscáramos, por más que desenredáramos los demás papeles como hojas de coco para hacer sombreros y dijéramos a San Dimas que lo buscara por nosotros, que nos ayudara a encontrarlo en medio del berenjenal de papeles de todos los archivos del mundo. Pero vamos por partes para que se comprenda mejor eso de buscar la aguja en un pajar, mejor decir: buscar el papel en un papelar...

Ante todo nos dirigimos a una notaría y a un bufete pero en ninguno de los dos lugares estaba el papel porque los notarios llevan el susodicho papelito a un tomo y a un folio y lo mandan a un registro civil y los abogados mandan el mismo papelito a un tribunal pero ni en la notaría ni en el bufete sabían por cuál lado empezar y la señora que custodiaba la entrada nos dijo: "¿En que año se produjo el hecho mismo, a ver, señores apurados?". Y no supimos decir con exactitud en qué fecha ocurrieron los hechos y alguien dijo: "Debe haber sido entre 1999 y 2003...", pero esas no son fechas de ubicar un suceso jurídico cualquiera, la ley no trabaja con suposiciones tan amplias sino con un tomo y un folio y un año y un mes y un día y una hora, pero eso del margen tan amplio de eso nada, en ese mar de días y meses se ahogan los papeles. Y otro de los presentes en la inmensa cola que se había formado delante y detrás de nosotros dijo: "Mejor busquen primero los nombres y vayan al lugar de los hechos"... y hasta allí nos fuimos, a los palacios de matrimonios y nos dijeron: "Deben decirnos los nombres de los que se casaron para poder buscar..." y dimos los nombres y nos dijeron: "Aquí están y deben venir a recoger los papeles mañana en la tarde comprando un sello de 5 pesos cubanos". Pero los papeles solicitados no tenían notas marginales porque las habían incinerado o no llegaron nunca y "el papel que ustedes están buscando siempre aparece en esas notas y aquí no están...", nos dijeron de nuevo. Y el tiempo corriendo y el papel con el tomo y el folio allí escondido riéndose de nosotros y entonces fuimos al bufete porque en la notaría no aparecían y la misma señora que por la mañana trabajaba en un lado y por la tarde en el otro nos dijo: "Ya les dije que fueran primero al tribunal para que buscaran en los libros de asiento...".

Y fuimos al tribunal de caoba y policía, un tribunal custodiado por un enorme policía negro vestido de azul que estaba cuidando que no se llevaran las enormes mesas de caoba que nos dijo sin preguntarnos: "No pueden pasar en sandalias ni en short porque en los tribunales eso está prohibido". Y le dijimos: "Venimos a buscar un papel que nos dijeron que estaba aquí". Y el policía nos dijo: "En sandalias y en short no, porque en los tribunales eso está prohibido". Y fuimos corriendo a la casa a quitarnos las sandalias y ponernos las botas de buscar papeles y unos pantalones anchos tipo Benny Moré y regresamos al tribunal y el mismo policía nos dijo: "Pero hoy no es el día de buscar papeles sino de meterlos en los libros de asiento". Y volvimos a la casa sin el papel a cambiarnos la vestimenta por un short de pescar papeles y unas sandalias de papel para meterlos en los libros de asiento y nos dijimos uno al otro: "Mañana nos vamos vestidos a lo Benny y llevamos en una mochila los shorts y las sandalias". Y al otro día estábamos desde las seis de la mañana en la cola inmensa marcando el uno de la cola y empezó a aglomerarse gente detrás de nosotros pero las dos muchachas hermosas que trabajaban en la oficina del tribunal ese día no vinieron a trabajar porque estaban recuperando los techos que se los había llevado el ciclón y como a las once de la mañana el policía nos dijo a todos: "Ya pueden sacar las sandalias y los shores de las mochilas y vestirse como quieran porque hoy las muchachas están recuperando los techos que se llevaron los ciclones y no vienen hasta el lunes que viene".

Pero cuando llegamos el lunes vestidos correctamente las muchachas hermosas nos dieron unos libracos inmensos que cuando los abríamos para buscar los datos las hojas se les desmantelaban y por otro lado las polillas habían comido el poco papel de las hojas que habían quedado y ofrecían datos como este: "Universidad de La Habana y José Eleuterio Pérez...". O también: "José E. Pérez y Universidad de La Habana". Y dijimos en alta voz: "La Universidad de La Habana se ha divorciado de este tipo como seis veces...". Y estuvimos buscando todos los años desde el final del siglo pasado hasta los inicios del presente siglo y los libracos no tenían sino datos inexactos como el que se transcribe: "Ana María Gonzá... y José Eleu..." porque el resto se lo habían comido las polillas del tribunal y cada vez que pasábamos una hoja para buscar la otra los papeles se incineraban ellos solos solo de tocarlos, se hacían polvo a la mitad como el cuento de Jesús Díaz, que en paz descanse, se volativizaban y una de las hermosas muchachas nos dijo: "Esos papeles estuvieron seis meses al sol después de la última inundación de los ciclones". Y nos dijo algo más jodido todavía: "Sigan buscando para ver si encuentran el papel pero sepan que no se lo daremos porque esos papeles solo se entregan a los que se divorcian"...

Estábamos tan cansados y agotados que no tuvimos tiempo ni deseos de ver cómo correteaban las lagartijas delante de las perras para esconderse como los papeles en las cuevas del patio, ni ver cómo la pareja de totíes se comían los insectos debajo de las matas de rosas, ni ver comer la jicotea dentro de su recipiente azul en el traspatio de la casa, ni cómo las palomas seguían cagando las losas limpias del portal, ni el vuelo del colibrí que todos los días venía a buscar briznas pequeñas con las que hacer su nido y decidimos ir a tomarnos unos buenos helados en la única heladería de la ciudad para hacer las colas interminables debajo del sol abrasador del trópico y nos dimos cuenta de que allí también estaba una persona conocida en sandalias y en short: ¡El policía del tribunal!... Y le dijimos al custodio de azul: "Pero Ud. nos dijo que no se podía entrar al tribunal en sandalias y en short y ahora hace la cola de los helados en esa misma indumentaria", a lo que el poli nos respondió dejando ver sus dientes blancos y dorados de oro malo en una amplia y tribunalística sonrisa: "De tanto prohibir las sandalias y el short vine a probar qué se siente con esos arreos puestos, ¡díganme ustedes!". Y el papel sin aparecer le dijimos y el sandalioso nos susurró bien bajito y comprensible: "Vayan a buscarlo a un registro civil que está en la misma esquina donde ustedes vivían y pregunten allí por mi hermana Yusi". Y allá nos fuimos y encontramos el tomo y el folio en menos de lo que canta un gallo y Yusi nos confesó susurrando lo mismo que su hermano Poli Sandalias Short: "Nosotros sabemos todo porque somos una red, la red de Robert Redford, pero este papel no está aquí sino en el tribunal de 10 de Octubre y no se puede sacar por extraños, así que lo mejor que ocurre es que le paguen por la izquierda a Tolomeo Posta de Vaca 60 cuc y sin problemas él se encarga de todo para que se lo puedan llevar dentro de un mes, dentro de un año papel nuevo limpia el c... bien"...

Y nos fuimos al tribunal y encontramos el tomo y el folio mientras un custodio nos dijo que fuéramos a ver al Tolo que él se encargaba de todo por allí y cuando nos empatamos con dicho sujeto era primo hermano de Poli Sandalias y nos dijo: "Yo le hago el trabajo por encargo por 50 cuc, me encargo asimismo de dar la propina a Poli, Yusi, las muchachitas hermosas de este tribunal y me quedo con 5 cuc para mis gastos que consisten en un pollo frito en Wakamba y un café expreso en la calle O en el Vedado y todo limpio en 48 horas laborables". Y nos miramos con cara de comemierdas comprendiendo una verdad simple: todas las gestiones papelerísticas se pudieran haber hecho por nosotros mismos si no fuéramos tan simplones como Juan Gallina Blanca, un tipo que estaba cazando una gallina de ese color en el registro civil de Miramar y estuvo allí un año detrás de aquel ave y no la pudo atrapar porque era de la parqueadora de ese lugar que le daba a la gallina maíz del bueno y le decía todos los días del mundo: aquí los papeles nadan solos cuando ven un cuc...

A la larga y en el fondo papeles son papeles y cartas son cartas y las palabras de las mujeres todas son falsas, nohaymásná, noestamosenná, ninániná, yonocreoenná, yemayáná, sensemayálaculebra, oloffiná, en finná, dime tú, llevamos 15 días buscando el papel y ná, gastamos toda la gasolina de los cupets, nos comimos dos pollos fritos en Wakamba y ná y lo peor de todo: miles de personas mirándonos y riéndose de nosotros porque éramos los únicos en short y sandalias que quisieron entrar a un tribunal y ni a mear pudieron pasar, un baño al final del edificio que se derrumbaba donde entró una muchacha de pelo largo de lo más bonita y dejó un regalo apestoso enorme en la taza sin agua, un encargo de santo que parecía un brazo gitano carmelita y que al salir al pasillo dijo aquellas sabias palabras que no olvidaremos nunca: "Ni 'palimpiarme' me resolvieron un pedazo de papel en este tribunal".

11 comentarios:

argatica dijo...

que bien que escribe tu padre, deberían hacer un libro de esto.

Aguaya dijo...

Hola!!
Gracias por pasar!!!
Enseguida le paso al viejo tu comentario...
Saludos desde Berlín,
AB

argatica dijo...

leí una nota sobre este blog en un periódico de chile. creo que es notable el hecho de que tu viejo sea un blogger tan exitoso sin tener internet, nos da una visión muy alegre del mundo al pensar que ya no hay barreras si tenemos las ganas. además, escribe increíble y me he entretenido bastante leyendo sus historias cotidianas y no tanto. de verdad deberían considerar lo del libro, de seguro no debo ser el primero en presentarles la idea. les pasaré el dato a mis conocidos, a más de uno le va a gustar.
gracias por pasarte por mi blog.

Anónimo dijo...

Como siempre, me fascina su forma de narrar las "benditas odiseas de la vida en nuestra isla". Y quiero que sepa que algo parecido me sucedió el año pasado cuando uno de mis hijos, que vive por esta parte del mundo, necesitaba un certificado de nacimiento. Resultó que el edificio o local donde estaban los libros de ese año, estaba cerrado porque ofrecía peligro de derrumbe, eso después de haber peregrinado por un montón de oficinas para localizar el lugar, haber establecido contacto con sepetecientas personas para al final, tener que pagar en chavitos a quien entrara a "resolver" el tan necesario documento.
Mi saludo respetuoso y gracias por hacernos partícipes de esas vivencias.

Aguaya dijo...

Argatica, en un periódico de Chile????
Cuál???!!!!!!!!!!

Nora Báez dijo...

Aquí, visitando por primera vez tu encantador y emotivo blog.
No hay censura que pueda con el lazo tan fuerte de amor, como entre tu papi y vos…
Se me eriza la piel y a la vez confirmo lo que digo cada día al despertarme:
“La vida, siempre pero siempre da revancha”
Saludos afectuosos para vos y tu papá de parte de ésta mujer argentina.

Aguaya dijo...

Glazam, estás de regreso! Qué odisea localizar un dichoso papel en Cuba, madre mía! Ya me había hecho los cuentos por teléfono y se decidió a escribir algo al respecto...

Gracias, Nora, por tan lindas palabras. Yo quiero mucho a mis padres... y sé que ellos a mí. Por eso sé también lo tanto que sufren por no tenerme junto a ellos, o a los nietos... Esperemos que la vida nos dé revancha.

Un abrazo para ustedes dos,
AB

argatica dijo...

aguaya, mira en internet la dirección es esta http://www.kmcero.publimetro.cl/, es una revista anexa de un diario gratuito de circulación nacional. el articulo no lo encuentro, pero si revisas la edición virtual está en la esquina inferior izquierda de la tercera página de la revista de la semana pasada.
saludos
álvaro

Aguaya dijo...

GRACIAS!!!!!

Lulita dijo...

Por 1ra vez leo a tu padre...que simpatico..y que gran verdad ha descrito

Rosa dijo...

Y yo que me había perdido todo esto, acabo de poner un enlace directo para no perderme ni uno más de estos post geniales. Todo parecido a hecho reales NO es pura coincidencial! Felicitaciones una vez más.