viernes, 18 de julio de 2008

Rockcongrí

En estos días tenemos explosión de rock por todos lados. Las catorce provincias y el municipio especial se han puesto de acuerdo y todos de una manera u otra están haciendo algo al respecto sin haberse convocado festival alguno, ni evento teórico acompañante ni convocatoria especial internacional. Mi hijo se ha involucrado de manera tal en un grupo de esa música y ritmo que ya está pensando más en terminos de conciertos que en cosas de su trabajo y eso está bien, mientras no renuncie al salario que le pagan y a la moto que tiene. Una moto aquí vale más que diez CD de cualquier cosa.

El asunto es bien serio porque no se trata de un rock and roll clásico a lo Elvis o desenfadado a lo Beatle sino un rock del patio con sabor a salsa (o a espeguettis italiano que es casi lo mismo), a melao de caña, un rockson o mejor dicho congrírock porque con las limitaciones y diferencias que tenemos con las comidas extranjeras nuestra urdimbre nacional se interpenetra tanto de nuestra propia mezcla que se nos sale la cubanía por cualquier lado cuando ensayamos o actuamos en un idioma que no es el nuestro con un ritmo que tampoco lo es.

La clave de la dificultad es que desde hace 50 años la población cubana se ha desentendido tanto del Inglés como del Ruso como idiomas, todavía no sabe Francés, no quiere aprender Árabe, menos Chino o Hindú y aunque canta cosas como "La vida en rosa" o dice "Ailofyú" o se acuerda de Mao y tiene un barrio chino con verde dragón, taichí y taekuandó, no nos acabamos de entrenar en el sentimiento rockeano. Pero la idiosincracia (Cantinflas habla de "indiosincracia" porque decía que estaba hablando en indio...) del cubano es un poco repetitiva. Téngase en cuenta que la mayor influencia cultural foránea la tiene la pelota que fanatiza a millones de personas en el país y cuyo vocabulario es un 90% en Inglés (out, strike, home run, safe...) pronunciado en Espanglish (ao, estrái, jonrón, quieto...) pero a nadie se le ocurre decir que alguien "custodia el jardín central" sino que tal fulano "está en el "centerfil"...). La palabra que más se usa en el lenguaje cultural de la pelota es "out" y la jugada más preciada el "jonrón"...

Si esta transculturación lingüística ocurriera en la música el rock tendría no solo más adeptos sino muchas más personas que entendieran lo que dicen las canciones. Eso nos sucedió hace 60 años cuando Presley se despedía de alguien diciéndole que "lo vería más tarde, cocodrilo" en el inglés chapurreado de un blanco que cantaba y se movía en la escena como un negro. Como nuestra población es un resultado de un mestizaje casi divino aquí el que no tiene de congo tiene de carabalí y aunque no siempre nos conocemos por el grosor de los labios o lo encrespado del pelo nuestro lenguaje sigue siendo hostil al lenguaje foráneo. Tanto que no nos entra el rock ni el vals, ni la jota ni la cueca... Hemos tratado pero no.

Así sucede también con los nombres... Hay un grupo de "hiphop" que se nombra "Free Holes Negros" y otro parecido pero no de hip "Aceituna sin hueso"... "Los Makumba", "Orishas", "Tate Tranquilo" y otros muchos pero ninguno como "Escarabajo" o "DHL 08". Hace algún tiempo le pusieron por nombre a un grupo "5 U 4" por la marca de un bombillo incandescente... Las cosas están actualmente tan enredadas y hay tanta diversidad de estilos, músicas, ritmos, participantes, cantautores (nunca me ha gustado esa palabrita, tengo que confesarlo), nombres e intérpretes que cuando un grupo nuevo no evaluado sale a escena y se presenta sin nombre la gente dice a toda voz: "Los pelaos". Porque tienen un cerquillo tipo servicio militar general y hasta se parecen por la forma facial de sus quijadas y la mirada inquieta que poseen. Aunque no tengan voz estridente todavía típica del rock, ni sepan que en las tablas los "roqueros" se mueven de determinada manera, estos muchachos arrastran sus instrumentos de tal forma que todo el mundo sabe que lo hacen por primera vez. Para que el grupo pegue y triunfe tiene que tener tres cosas: batería afinada, guitarras eléctricas estridentes y canciones propias fáciles de aprender en español...

Por mucho que ensayen "Lucy in the sky with diamonds" o "Jude..." el auditorio de tembas que asisten a estos conciertos no entiende ni papa, oyen pero siguen pensando en sones, danzones, boleros y canciones con las cuales se enamoraron alguna vez y en las que el estribillo los puso no solo a cantar repetitivamente sino a bailar de una manera a lo cubano: con sal, grasa de cerdo y orégano de mata.

A mí no me crean pero no le veo mucho futuro al rock si no cambiamos las condiciones materiales y espirituales de existencia de estos grupos. Continuarán las películas de habla inglesa subtituladas tanto en los cines como en la tv conquistando teleastas semanales, seguiremos diciendo las frases idiomáticas que sirven de etiqueta para cualquier saludo o conversación breve ("How are you?", "O.K.", "See you" y otras muchas) pero en el fondo la gente sigue "asereando" su diálogo y su música. Estos "escapaos", "volqueteaos", "mortales" o "estelares" hay que decirlos en español del patio... Al que se le ocurra un "vale" como lo dicen los españoles, un "demonios" o "diablos" como lo pronuncian en las novelas brasileñas y no suelte un "ñó" en el mejor de los casos, no tiene vía libre en un teatro más o menos lleno...

Lo otro que no encaja bien son las contorsiones roqueras, con esa música ronca y alta, los intérpretes parecen picados por una avispa rara o por un perro rabioso o inyectados contra el dengue hemorrágico o la vacuna contra la gripe aviar. Ellos
saltan y menean sus melenas hirsutas (los que las tienen) y parece que muerden el aire o le caen a dentelladas a un melón inexistente. Al menos los bailadores de reguettón se lanzan al suelo como nadadores en piscinas olímpicas pero los del rock se retuercen sin soltar la guitarra, no tienen ni un güiro a mano para liberar la energía corporal y la emprenden con el tablado del escenario con tal rudeza que un resbalón mal dado pudiera traerles problemas ortopédicos de por vida.

El asunto es que durante mucho tiempo estuvimos acosados pensando que la epidemia venía de allá bien lejos sin las cosas lindas o buenas también. En el fondo (Einstein era muy conservador y pensaba que el tal "fondo" no existía realmente sino el espacio y el tiempo infinitos, pero ese es otro tema...) arrastramos una costumbre ancestral que no nos podemos quitar de encima: eso que llaman angustia feliz generacional. Aunque nos llama siempre y nos despierta o cautiva el buen combinar de los sonidos y el tiempo cuando la ponemos en rock y comenzamos a pronunciarla en su idioma original entonces nos pasa como a Genaro cuando lo tumbó la mula... ¡Se acabó!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre, disfruto mucho todo lo que usted escribe. Muy buena la palabra "Rockcongrí". Gracias por hacernos llegar sus pensamientos y gracias a su hija por ponerlos en este blog.

william Rios dijo...

excelente blog , excelente vibracion!!!!!

Cubalibre dijo...

Vean la biografia del peor tirano de Cuba en este documental Cine Cuba con mas de 100 peliculas cubanas las 24 horas y gratis!

machetico dijo...

Reflexivos encuentros en:

http://tromponmetabiotico.blogspot.com/

Es Ud. bienvenido.

Aguaya dijo...

Gracias a todos por pasar!!!
Saludos desde Berlín,
AB

Anónimo dijo...

Hola Aguaya:
Dirigida por el blog de Alexis Romay, el multitalentudo Bustro, he empezado a pasearme por la blogosfera cubana y estoy fascinada. Todos ustedes hacen un trabajo de amor al dedicar tiempo y energías a mantener estos espacios.
Me ha encantado tu blog. Es curioso, vivimos casi el mismo tiempo en Cuba: yo, durante 29 años y me fui en el 96. Los de Free Holes Negros está fenómeno. El nombecito de los 5 U 4 me recordó a este señor que ahora canta guarachas en Miami y que antes se dedicaba a los himnos bélicos. Cómo cambia la gente. En fin.
Es verdad lo que dices del inglés. Yo estudié en la facultad de lenguas extranjeras en la Habana e incluso allí aseréamos entonces, del 85 al 90.
Sigue con el almendrón, que todos te daremos un empujoncito.
Desde Taos, New México
Teresa Dovalpage

Aguaya dijo...

Pues bienvenida a la blogosfera, Teresa!!!! Te lo aseguro: es contagiosa, una vez dentro es difícil salir...

Me alegro que te hayan gustado las crónicas de mi papá (aquí en este blog publico lo que él escribe y me envía por email; el blog mío personal es el de "Desarraigos").

Gracias por tu visita y no pierdas el camino! :-)

Saludos desde Berlín,
AB