lunes, 29 de junio de 2009

El misterioso caso del dinero perdido

Lo primero que la gente nota cuando sale a comprar algo es que o no lo hay o lo hay pero no hay quien lo compre... El consumidor elemental ("Elemental Watson...) sabe que toda crisis se trasmite ante todo por la vía comercial. Alguien dijo una vez que la sociedad nota que algo raro pasa cuando las calles no están abarrotadas de transporte y parece que tenía razón, si no funciona el transporte es que la gente no sale a la calle, si no sale a la calle es que la gente no sale a comprar, si la gente no compra es que las tiendas o están abarrotadas o no tienen clientes, si no hay clientes es porque la gente no tiene dinero, no tiene dinero porque lo ha gastado o no lo ha ganado o no lo ha recibido... Lo mejor de toda esta historia es que tenemos un buen ejemplo hace miles de años: el cuento de la buena pipa. ¿Quieren que les haga el cuento de la buena pipa?... ¿Sí?... Yo no digo que sí sino que si quieren que les haga el cuento...

Pues bien queridos solidiscúpicos lectores empecemos por el final... Parece que hay una incontrolable fluctuación de la oferta y la demanda de bienes y servicios, del movimiento de los precios, de la falta de liquidez (este término nadie lo sabe ciencia cierta pero está relacionado con la ausencia de dinero contante y sonante, dicen) o de su exceso (cuando hay mucho dinero en la calle el dinero pierde valor, cuando hay poco la plata vale mucho), pero no es esto lo que quiero que ustedes lean... Es algo más sencillo que estate quieto. La gente no tiene dinero y las tiendas están vacías (no solo de productos sino también de clientes), mucho personal que no está haciendo nada dentro de la tienda y cuando ven el primer cliente le parten "parriba" porque de todas formas quieren venderle algo (un chupachupa, dos cuadritos de sopita de pollo, un refresquito, galleticas para muchachos, medio cuarto de muslos de pollo de ballet, margarina barata, un aceitico El Cocinero con bastante colesterol, una cajita Tropical Island de puré santiguado "palsofrito", dos quesitos crema nacionales "paldulce" casero, en fin algo de todo mezclado en una jabita pequeña que nos sirve luego para traer el pollo partenaire de la libreta que viene a la ¿"carnicería?)... Pero aterricemos, no era eso lo que quería que leyeran...

Parece que la economía está rellena de algunas inestabilidades como por ejemplo el hecho de que no podemos hablar de un abastecimiento sistémico sino de un suministro insuficiente, de una planificación flexible aunque científica sino de ausencia de plan en algunas entidades empresariales, de mercado agropecuario sino de boniatera embarrada de tierra, de insumos-consumos sino de precios convoyados, de parqueadores por la libre sino de libretas consuetudinarias, de estimulación salarial sino de pluri valencia de monedas diversiformes y multipropósicas, de situaciones álgidas sino de algibes sempiternos vacíos y elucubrados, de garantía calórica sino de forrajeo de cualquier cosa, de restricciones del consumo sino de rapid trance ajedrecístico, de ingresos disminuídos sino de huecos en el bolsillo, de planes de crecimiento sino de crecimiento de los progesterónicos, de leche en polvo fantasmal inexistente sino de pluriseries televisivas necrológicas y detectivescas, de toneladas de sal de bodega sino de atunes encumbrados expuestos en sitiales elevados... Pero no era eso lo que quería que leyeran...

La infraestructura eléctrica o vial ha llegado a lugares inaccesibles como la rotonda de la Ciudad Deportiva (la principal ciudad donde la composición étnica y el color de la piel se inclinan favorable y entusiastamente hacia tonos oscuros o mestizos, según refiere la estadística al uso) y allí in situ se bañan en el bidet de Paulina no sólo la grey infantil que pasea y sigue su agitado curso sino también ciertos representantes de la autoridad policial y/o trabajadores sudorosos no sólo de aguas de La Habana sino también del selecto club de comunales, obreros de vías y obras y transeúntes noctámbulos y bohemios que en ocasiones carecen de agüita rica embotellada para calmar las necesidades infernales y calientes del estómago. Pero con estas inversiones se ha perdido la noción del ahorro y se ha gastado en combustibles en el primer cuatrimestre del año lo que hace una década se destinaba para un semestre de aquí que macroeconómicamente hablando se ha invertido en algo que no tiene retorno (como cierto transporte que va pero no regresa...) monetario mercantil ganancial líquido y por ende sin embargo no obstante asímismo el sistema del presupuesto carga los gastos en la columna del saco sin fondo mientras los ingresos no dan para compensar el cachumbambé de las pérdidas... Pero no era eso lo que quería que leyeran...

Todavía no se ha interiorizado (interiorizar viene de interiores algo así como la ropa interior de una muchacha, digamos...) que en una situación de crisis la ganancia más segura es el peso que no se gasta y mucho menos no se derrocha, como ha escrito brillantemente una cierta periodista sonriente recientemente paulatinamente, de ahí que se sigue gastando lo que no se tiene y eso redunda en que cuando no hay pues nos jodemos, así que si se contrae el turismo como se espera, decrece el envío de la remesa familiar como está sucediendo, si crece el desempleo en los países emisores que llevan miles de años viviendo a tenor de sus inversiones hechas y estables, si sigue la incertidumbre y el nerviosismo en la bolsa, si los bancos siguen quebrando, si la burbuja inmobiliaria reexplota y se convierte en agujero negro, si los ricos siguen nadando en champaña y los pobres muriendo de hambre, si seguimos con poco dinero caerán nuestras importaciones y los precios de nuestras exportaciones, si la tecnología instalada es todavía ineficiente y la gente sigue remoloneando sin trabajar productivamente, si seguimos llenando el muralito y conversando por teléfono en vez de dedicarnos al laboreo anónimo eficaz y sin pérdida de tiempo, si seguimos sin créditos y facilidades bancarias internacionales, entonces estaremos en insuperables condiciones para comer de nuevo raspa de harina quemada, filetes de aire comprimido y rodajas de toronja refritas como cuando el período especial de finales del siglo pasado... Pero sigo conectado a otras ideas y no era eso lo que quería que leyeran...

Y por lo tanto por cuanto en tanto el Esperanto es universal, nuestro sistema nervioso superior ante todo el cabrón cerebro que llevamos instalado dentro de la bóveda craneana comenzaría a emitir berrinches y emanaciones nada coherentes y sobrevendría una fase neuronal impredecible que nos haría desvariar constantemente y nos tornaríamos incapaces de entender incluso up supra mencionado hasta un grito de fuego dentro de un cine cuando algo se esté quemando en medio del próximo festival del nuevo cine latinoamericano. Y no digamos de soplarnos uno de los consustanciales y medulares discursos de Alfredo que pocos entienden ya en los predios intelectuales modernos... Pero no era eso tampoco lo que quería que leyeran...

Yo quería que leyeran algo pero con lo dicho hasta aquí desgraciadamente se me ha olvidado, ha desaparecido misteriosamente como el dinero mismo que nadie puede explicar por qué no lo tenemos ni dentro de la caja del ahorro, ni dentro del bolsillo del gasto ni en la mano ni en el encéfalo como una imagen ideal y eso que nos lo envían con el acarreo gratuito del sacrificio con que lo consiguen allá mismo de donde procede su emisión, un dinero inarrugable, sólido dúctil maleable inoxidable increíble visible amable, que serviría para decir "aquí lo tengo atrapado como conejo en mi mano de receptor" y no como decimos: "Ojalá (Oh!...Alá) llegue un día en que el dichoso deje de ser tangible y se convierta en ilusión, en cuento, de referencia como el de la buena pipa o se muestre en museo numismático para delicia de los chicos y reto de mayores al tener que explicar de qué se trata".

Mientras se aclara el misterio del dinero perdido seguiremos aquí trasegando algo mientras damos rienda suelta al riego artificial para que las hormigas no nos coman las frutas y podamos cocinar al menos en un mes un suculento dulce de papayas pintonas y poner de acompañante al quesito crema que consigamos. Y así, con el estómago endulzado seguir pensando por qué y cuándo se ha esfumado, si se ha quedado en aquella isla lost intemporal o está jugando a los escondidos como niño de primaria. ¡Dime tú!

3 comentarios:

Pharpe dijo...

Algún día vendrán diciéndonos que simplemente era todo una falsa alarma y que el dinero nunca estubo en peligro. Besos

Anónimo dijo...

muy bueno!
un abrazo!

Anónimo dijo...

Oye que manera de reirme con lo del pollo de ballet! Muy bueno el comentario acerca de la escazes y la falta de dinero...y valga la redundancia!jejejeje Pollo de ballet! Candela! Le ganaste al Panfilo con lo del pollo viejo...jajajajaa Me rio pero me dan deseos de llorar.Ay Diosito ayudanos!
Saludos
Una cubana en el exterior