martes, 29 de abril de 2008

Hoy nos aumentaron...

No se trata del peso corporal que es el mismo de ayer, ni que nos hayan puesto debajo de la lupa para vernos más grandes, digamos. Tal vez alguien piense que aumentaron nuestros días de vivos, nuestras arrugas y preocupaciones, cualquier cosa podría ser concebida dentro del concepto de aumentar, pero de lo que se trata hoy es de que nos aumentaron la pensión, esa jubilación que recibimos mensualmente, religiosamente, jubiladamente que notamos cuando llegamos al banco mostramos la chequera o en el cajero automático metemos la tarjeta magnética y hacemos las operaciones digitales hasta ver el letrerito en la pantalla: "Puede Ud. retirar su dinero".

Una frase corta pero útil, una mínima frase que pudiera decir: "Abuelo, con cuidado puede Ud. llevar a su bolsillo ese dinerito que le pertenece"... u otra parecida. Una frase cariñosa aunque no compre nada, una frase que diga lo que todo el mundo conoce: "Hay cosas más importantes que el dinero, pero cuestan mucho"... Pero esa frase escueta y concisa es la que estamos esperando siempre a finales de mes. El cobro de pensiones y/o jubilaciones... que no es lo mismo pero es igual. Una cantidad de dinerito contante y sonante que te llega a las manos para volverse a ir cuando menos uno lo piensa... sigilosamente.

Aquí el cambio sigue igual, como la canción y la película de Julio Iglesias. En la calle el cuc (todavía nadie ha aclarado en una mesa redonda qué significa cuc) está a 23... pesos cubanos. En la Cadeca (las siglas de Casas de Cambio) está a 24 y allí mismo si uno quiere que le den 1 (un) cuc entonces tiene que dar 25 pc. Ahora las Cadeca tienen 3 tipos de ventanillas: La del post (muestras y entregas la tarjeta TransCar por ejemplo y el carné de identidad) que te entrega el dinero que tienes en la tarjeta de débito, la del cambio normal (entregas cuc y te dan el equivalente a pc como hemos dicho a 24) y la de la compra de pc (entregas 25 y te dan 1 cuc). Esas ventanillas se parecen a las de las guaguas interprovinciales Yutong: llegas y separas el pasaje, entregas el dinero y la muchacha calobar te entrega el ticket. Pero no se ven los ojos de la princesa que están detrás de los cristales. ¿Qué colores tendrán esos ojos, madre mía? ¿Serán acaso violetas como los de Liz Taylor? ¿O tal vez verdes botella como los de Rosita Fornés? ¿O negros franceses como los de Mignon?... Ojos sobre cubierta calobar...

En cuanto a la jubilación, igual... Yo, que por quererte doy la vida recibo unos pulsos en mi tarjeta magnética de cobrar jubilaciones la cantidad estricta de 230 pc mensuales... Si quiero convertirlos en cuc en la calle me darían 10 cuc y si voy a la Cadeca 9,2 cuc. Una pensión de honor, con la que puedo comprar vamos a ver las cantidades siguientes: pagar al mensajero del periódico su cuota mensual (como no tengo suscripción en la que un periódico vale 0,20 centavos pc debo pagarle 1 pc que sería lo mismo que un pan zurdo de esos que venden por la izquierda cuando pasa el panadero gritando: "El pan suave... el paaan") y que serían 30 pc... Letras y tinta mensual y me quedan 200 (recuerden que yo recibo 230 pc por mi jubilación)...

Tendría esos 200 para pagar teléfono (20 pc), electricidad (24 pc), el gas (6 pc), el agua (5 pc), alguna medicina (20 pc), los helados yagrumosos o de la Ward (25 pc), invitar a mi esposa a comer un bocadito de 10 pc dos veces al mes (40 pc) a tomarse una kola chatarra (24 pc) y sacar los cigarros de la bodega (20 pc), el café (7 pc) y los espaguettis (9 pc)... completando con esto mis 230 pc y dejar para el agrito los 230 de mi esposa que también devenga lo mismo y para el resto de cosas que llegan a la bodega que no son muchas pero sí las cobran... Con el aumento de hoy (40 pc a cada uno), tendríamos 80 pc mensuales más que servirían para pagar al banco el préstamo con el que pagamos el aire acondicionado que nos deben cambiar y que mensualmente nos costaría 80 pc... Un aumento redondo: entra por un bolsillo y sale para el mismo lugar (el banco) por el otro.

Esta operación de magia en nuestro archi piélago es común, de sentido común: lo que entra por un lado desaparece por otro. Y como las manos en ocasiones son más rápidas que la vista hoy con el aumento nos sentimos felices y contentos. Hemos con el aumento superado la varilla de los 10 cuc (un aumento de 40 pc a 25 es nada menos que 1,6 cuc), algo así como para comprar una latica de atún ecuatoriano o 4 rollos amarrados por cinta adhesiva de papel higiénico o un pepino de Tycola o dos litros de gasolina regular... o cuatro bocaditos de a 10 pc de cuota extra para nosotros dos, esos mismos que nos enamoramos sin tener ni un centavo en el bolsillo y que ahora se sienten contentos con el aumento que mirado de cerca con la lupa de bordar que tenemos en casa significan mucho, tanto como un ánfora llena de monedas de a centavo, como una ilusión, la misma que anida dentro de la burbuja de jabón que hoy hacemos cuando compramos con 1,6 cuc dos pastillas de olor para el baño de pensionados, orgullosos de bañarnos, de comer palitroques, de embarrar la gaceñiga de 10 pc con el almíbar de 5 pc que hacemos con el azúcar que nos vendieron en la bodega... Mira qué cosa!!!

Ahora nos tocan 270 pc con el aumentico, un aumentico que nos recuerda más que nunca la ayudita que recibimos con mucha FE, con buena FE, nosotros los FEos, los FElices, los FEbriles, los FEculosos (culosos que tienen FE), porque aquí cualquiera tiene FE, cualquiera tiene uno de 1,3 a 1,5 millones de cubanos que viven fuera, "Familia en el Extranjero", cubanos en el polo, FElpudos, FEnicios, FEnomenales, FEriados y FErmentados, FEroces, FEtichistas y FErvientemente FEstejados... Nosotros los FElinos, los FErósticos, los FEministas, los de esta FEligresía, porque si no tuviéramos esa FE aún con el aumentico tendríamos que irnos a deambular por cualquier sitio, buscar algo que hacer, vender alguna cosa menos el alma y lanzarnos en loca carrera con el billete de 10 pc hasta la panadería a comprar un ejemplar caliente, acabado de hornear de ese pan que sin dinero nos parece una maravilla y con el dichoso metal en el bolsillo algo así como un chicle balón insípido y fenicado... Cosa que mira!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!

Increible que estés en Berlín, tantas cosas vividas. Me encantó leerte y te haré un regalito en mi blog, un enlace para seguirte leyendo.

Besitos amistosos desde mi alma!

Lullyta!

Aguaya dijo...

Hola, Lullyta!
Sólo un apequeña aclaración: el que escribe las anécdotas es mi papá (que vive en Cuba. Yo soy la que vive en Berlín)... :-) :-)
Enseguida le paso tus comentarios y actualizo mi blogroll con tu blog tuyo!!
Saludos desde Berlín!